Guía definitiva para trabajar desde casa y no morir en el intento
Propósito
Vivimos en un mundo hiper-conectado y, para los que trabajamos tras un escritorio, cada vez se abren más puertas con las que flexibilizar y conciliar nuestra vida laboral.
El problema viene cuando nos tiramos a la piscina, montamos nuestra oficina en casa y no tenemos en cuenta todos los aspectos que influyen en el trabajo en remoto.
Quizás por miedo a ello es que, según el informe “Working anytime, anywhere: The effects on the world of work”, en España solo el 7% de las personas trabaja desde casa, muy por debajo del 17% de la media europea.
Así que me he decidido a crear este documento con el que ofrecerte en bandeja una guía completa con todos los hábitos y estrategias que necesitarás para trabajar desde casa y no morir en el intento.
Vamos al lío…
Creencias limitantes
Primero lo primero, vamos a derrumbar unas cuantas barreras.
Quien no conoce el trabajo en remoto o no ha sabido sacarle partido te hará dudar.
Prepárate para escuchar frases del tipo:
No es trabajo real. ¿Con eso te ganas la vida?
Nos encontramos muy avanzados en tecnología, información, comunicación y cada día le damos mayor y mejor uso. Aún así seguimos teniendo cierta tendencia a pensar que quien trabaja desde casa no está realizando un trabajo real.
Hoy en día la gente se sigue asombrando de que alguien pueda ganarse la vida trabajando de forma remota.
No entienden que, aquello que haces en tu oficina, delante de tu ordenador, lo puedes hacer en casa si tu empresa tiene contratado y utiliza un servicio de nube, por ejemplo.
¡El papel es historia!
Trabajas cuando quieres
Sí y no. Cuando te mencionan esta frase normalmente plantean la situación de que, si quieres, en medio de la jornada, paras y te pones a ver la tele.
No es exactamente así, más bien todo lo contrario, debes definir tu jornada laboral claramente o se convertirá en un caos donde lo que menos encontrarás son objetivos conseguidos.
Es imposible de controlar
Relacionado con lo anterior. Si no pones uno límites difícilmente podrás controlar cuándo debes o no trabajar.
Para eso está la productividad personal, para ayudar a establecer unos hábitos y estrategias de trabajo que te ayuden a llevarlo de la mejor manera.
Entonces ¿qué tiene de bueno trabajar desde casa y qué no?
No todos los trabajos son adecuados para hacerse de forma remota y eres tú y tu empresa quienes deben decidir si es buena inversión montarte una oficina para ello.
Lo que sí te puedo asegurar es que, si un trabajo se puede hacer de forma remota, cualquier persona que esté cualificada para el puesto lo puede llevar a cabo. Simplemente es necesario añadir una serie de hábitos para saber cómo organizar el trabajo en casa.
Antes de mostrarte las pautas a seguir, te dejo un pequeño esquema de las ventajas y desventajas que puedes encontrarte para que te hagas una idea de si realmente esta opción es lo que más te conviene.
Beneficios
- Eres tu propio jefe
Tu decides en qué, cuándo y cómo trabajas. - Defines tu espacio de trabajo
Tu oficina está a tu gusto. - Conciliación de vida familiar y laboral
Compartes más momentos con los tuyos. - Ahorro en alquiler de oficina y servicios
Un gasto importante menos ;) - Ahorro de dinero y tiempo en desplazamiento
Adiós al estrés de los atascos
Menos gasto en combustible
Menos gasto en mantenimiento al coche - Fuera estrés de oficina
Olvida los ruidos de un teléfono, conversaciones en tono alto, etc. - Flexibilidad de horarios
Si tienes un imprevisto puedes adaptar tus horarios. - Evitas distracciones típicas de oficina
Conversaciones furtivas
Largas charlas del café - Comes mejor y más barato
Nada como comer en casa
Inconvenientes
- Soledad
No hay compañeros de trabajo - Falta de feedback
No tienes quien se acerque a tu mesa y te dé su opinión sobre tu trabajo sobre la marcha. - Dificultad para controlarlo
Si no estableces unos límites puedes perderte. - Otras distracciones
Familia, TV, escapadas a la cocina/nevera… - Dificultad de delimitar tiempo de trabajo
La línea entre el trabajo y la vida personal puede volverse borrosa. - Riesgo de sedentarismo
Una jornada entera sentado, junto a la falta de actividad deportiva, puede traer malas consecuencias a tu salud.
Guía definitiva de cómo organizar el trabajo en casa
Ahora sí, llegó el momento de desvelarte las claves de la organización del trabajo desde casa.
Toma papel y lápiz…
Horarios
Trabajar desde casa no significa que no haya horarios, todo lo contrario. Si quieres ver que tus objetivos se cumplen uno detrás de otro, lo mejor que puedes hacer es crear unas rutinas de trabajo y descanso diarias.
Hazte a la idea de que tienes que acudir a tu oficina, lo cual no deja de ser cierto, y en función de cómo se distribuya tu energía cada día, fija un horario para:
- Levantarte de la cama
- Comenzar a trabajar
- Finalizar de trabajar
- Irte a la cama
Con esto conseguirás definir tu jornada y evitar el caos de solapar constantemente tu vida personal y profesional.
En mi caso me funciona muy bien despertarme sobre las 8:00, comenzar a trabajar sobre las 9:30, no trabajar más allá de las 17h e irme a la cama antes de las 23:30h.
Rutinas
Ya que tienes la gran ventaja de establecer tus horarios, incluye rutinas saludables en tu jornada diaria. Particularmente recomiendo las siguientes:
Rutinas pre-jornada.
Por favor, no cometas el error de despertarte y abrir el ordenador con el café en la mano.
Prepárate para la acción con un buen desayuno, haz estiramientos y tómate unos minutos de relax antes de empezar la acción.
Revisa y valida tu plan de acción diario con calma y luego empieza tu jornada con toda la energía, la certeza y serenidad de saber qué es exactamente lo que tienes que hacer.
Utiliza ropa de trabajo
No me refiero a que te pongas un mono de trabajo. Es muy recomendable te vistas como si fueras a salir a una oficina. Utiliza ropa cómoda pero nunca el pijama.
Bloques de tiempo para tareas
Ayuda a tu mente a centrarse en una tarea reservando bloques de tiempo de no más de 90 minutos para cada una. Una cosa detrás de la otra, la multitarea es el coco, el enemigo número 1 de los objetivos conseguidos.
Descanso entre bloques de tiempo
Cuando pasen esos 90 minutos (aproximadamente), levántate de tu escritorio y recompénsate.
Da un paseo hasta la nevera, toma algo de comida y asómate al balcón a despejar un poco durante 15 minutos.
Al terminar podrás volver a atacar otro bloque de tiempo con la mente despejada.
Cuida tu alimentación
Cada vez que me he saltado este paso y me he dejado llevar por mis ansias de conseguir metas y hacer más con menos, lo he pagado muy caro.
Tu salud es lo primero, así que fija unos horarios para las comidas y hazlo todo lo sano que puedas.
Evita la comida basura preparando tu comida el día anterior o aprovecha el domingo para cocinar parte de la comida semanal y congelarla.
Duración de la jornada
No te hagas el héroe e intentes trabajar más de 8h. De hecho, intenta reducir tu jornada al mínimo en función de tus objetivos y bloques de tiempo asignados por tareas. Tu cuerpo, mente, tu familia y amigos te lo agradecerán.
Rutina post-jornada
Una vez termina el tajo, aprovecha que todo está fresco y revisa los hitos conseguidos y no conseguidos. Valida tu sistema de planificación y confirma o renegocia tu plan de acción del día siguiente.
Tras la revisión llega el momento de despejar. Estira tu cuerpo y relájate. Te mereces una buena recompensa tras el esfuerzo.
Cambia de ambiente
Lo mejor que puedes hacer tras terminar tu jornada es salir de casa. Ve al parque con tu familia, toma una cerveza con amigos, haz deporte.
Cambia el entorno y la actividad por completo. Disfruta y cuida tu Equilibrio P/CP.
Duerme lo que necesites
El descanso del guerrero. Después de una jornada de trabajo, es necesario reponer fuerzas para volver a la carga al día siguiente.
Particularmente estoy en contra de “recetar” horas mínimas o máximas de sueño. Somos humanos y no máquinas.
Te conoces mejor que nadie y sabes cuánto tiempo necesitas para levantarte a tope de energía. Tenlo muy en cuenta y actúa en consecuencia.
Entorno y ambiente de trabajo
Crear oficina en casa
Somos animales de costumbre. Crea un espacio específico para el trabajo en casa y no confundas a tu mente sentándote con el ordenador en el sofá o la habitación.
En este caso prima la sencillez y ergonomía. Utiliza pocos muebles, cómodos y con colores claros.
Cambia tu ambiente de trabajo cada cierto tiempo
La monotonía puede hacer mella en tu motivación. Aprovecha que decides donde ir a trabajar y cambia el ambiente.
Ir a una biblioteca, un espacio de coworking o un café puede incentivar tu creatividad. ¡Di hola a las nuevas ideas! A todos nos gustan las novedades…
Estrategias
No solo de hábitos se compone la efectividad. Aplicar buenas estrategias de planificación te facilitará mucho llegar a meta que te hayas fijado. Aquí te muestro unas cuantas:
Objetivos y prioridades
Mi recomendación es que lo hagas muy visual. Cómprate una pizarra y pon tus objetivos ante tu escritorio.
Una buena forma de marcarte objetivos y definir prioridades es la regla 1–3–5 que te explico en este artículo. Una tarea grande, tres medianas y 5 pequeñas bastarán para marcar un plan de acción sencillo y robusto.
Planifica la semana
En base a tus objetivos, define el plan de acción semanal día por día. Cuando tienes una brújula, difícilmente perderás el norte.
Revisa/Valida
No te fíes ni de tu sombra. Tu sistema de planificación debe estar actualizado a tus necesidades.
Revisa y valida tu plan de acción diario la noche antes y comprueba que cumples con lo planificado.
Haz una revisión semanal de tu sistema.
Por último, replantéate anualmente todo, si todo. Tus responsabilidades y en consecuencia tus propósitos pueden variar con el tiempo. Tenlo en cuenta.
Evita Distracciones
Está más que trillado el tema de los “ladrones del tiempo”. ¿Sabes qué? Solo hay un responsable de lo que te sucede y eres tu.
Santifica tus bloques de tiempo de enfoque:
- Comenta a tus familiares y amigos de que estarás trabajando
- Apaga el teléfono
- Ni se te ocurra revisar el email. Este es un trabajo que merece sus propios bloques de tiempo de unos 30 minutos para gestionarlo.
- Las Redes Sociales no existen
- Prensa y entretenimiento para el descanso
- Ayuda a tu concentración trabajando con música suave
Networking
Como te comenté, la soledad es uno de los enemigos del trabajo en remoto.
No pierdas el contacto con tu campo o nicho acudiendo a eventos de tu campo, áreas de coworking o haciendo coworking virtual.
El networking puede ser clave en tu escalada al éxito.
Conclusión
Espero que con estos consejos consigas esa estabilidad necesaria para trabajar desde casa con la que avanzar con paso firme en tus proyectos.
Recuerda, todo es cuestión de fijar un propósito claro, trabajar en hábitos saludables y marcar las estrategias adecuadas.
¿Te queda alguna duda aún para lanzarte a montar tu oficina en casa? Pásate por los comentarios y lo resolvemos.
Abrazo y a seguir productivos
Música del artículo: Jason Mraz – Life Is Wonderful