6 Claves para tener un descanso efectivo
Uno de los aspectos imprescindibles para poder seguir mejorando cada día o para tener la capacidad de perseguir cada una de nuestras metas es el descanso. El ser humano necesita descansar para poder ser productivo y que sus diferentes sistemas trabajen óptimamente. El descanso no es solamente dormir en las noches, va mucho más allá y es tan necesario como la buena alimentación o el ejercicio para un estilo de vida saludable y productivo.
Para ilustrar mejor lo que el descanso hace en nuestro cuerpo podemos colocar el ejemplo del ejercicio. Los entrenadores personales no recomiendan ejercitar la misma parte del cuerpo dos días seguidos, por eso no ves a los profesionales haciendo piernas, hombros o espalda todos los días. Al contrario, usan un día para cada parte específica del cuerpo ya que durante el descanso los músculos se regeneran. Cuando no existe ese descanso, existe un descanso que puede llegar a ser muy peligroso.
Esa misma máxima se puede aplicar para todos los aspectos de nuestra vida. Cuando no hay descanso para la regeneración, hay desgaste que nos afecta el rendimiento. De hecho, según Gananci el descanso es uno de los consejos para ser feliz en la vida. Quizá eso pueda parecerte un poco exagerado, pero cuando tu cuerpo y mente están constantemente cansados no tienes la oportunidad de rendir a tu máxima capacidad, lo que puede traerte muchos problemas, no solo de productividad, sino contigo mismo.
Otro asunto que pasa con el descanso es que una gran cantidad de personas se conforma con el sueño nocturno, el cual tampoco cumplen muy bien. Es decir, creen que con dormir de noche es suficiente para recargar toda la energía y es cierto que este aspecto es vital, pero no es a lo único que nos referimos cuando hablamos de descanso.
Para que un descanso pueda ser eficaz y cumplir con lo que necesitamos que haga en nosotros, debe cumplir con ciertos parámetros que son los siguientes:
1. Dedicarte completamente a él
Cuando tienes la mente dispersa en todas partes y no logras concentrarte en el descanso, este no hará lo que se supone que debe hacer en ti. Entonces, cuando sea el momento de descansar o de tomar un break en tu trabajo, hazlo conscientemente.
A veces esto puede ser un poco difícil porque tenemos la mente en eso que nos está preocupando o en las cosas en las que estamos trabajando y queremos terminar ya, pero es necesario hacer una pausa para recargarnos y poder volver al ruedo con energías renovadas.
En las noches, trata de no trabajar hasta justo antes de irte a la cama, de leer textos/ver películas que te pongan demasiado alerta, ya que esto te dificultará más el poder conciliar el sueño. Antes de dormir prepárate y usa ese momento para relajarte previamente antes de entregarte en los brazos de Morfeo.
2. Incluirlo en tu rutina
Una de las razones por las que muchas personas no descansan lo necesario (aunque les gustaría) es porque no logran tener una rutina en donde converja el trabajo con los momentos de afiliar la sierra, como se refiere el autor Steven Covey a esos momentos de descanso y también de preparación previa.
Para que esto no te ocurra a ti, es importante que coloques entre tus prioridades ese momento que necesitas para despejarte antes de volver a tus actividades habituales. Esos minutos son una inversión, no una pérdida, ya que podrás notar la diferencia cuando los tomas y cuando prefieres pasarlos por alto.
3. Tener el ambiente necesario
Para que un descanso funcione necesita ocurrir en un buen ambiente. Para algunos este punto no es problema ya que tienen la capacidad de concentrarse en sí mismos sin que les afecte lo que ocurra a su alrededor, pero no todas las personas han desarrollado esa misma firmeza.
Al tomar un descanso corto en el trabajo o cuando ya vayas a dormir, trata de tener todo lo necesario para que esos minutos o esas horas puedan ser lo más reparadoras posibles. Con respecto al sueño nocturno, trata de aislar los sonidos para que estos no te molesten, tener una habitación en completa oscuridad y que exista una temperatura cómoda en el ambiente para que el descanso sea óptimo.
Si no es de noche no tienes no es necesario que duermas en tus descansos, con hacer alguna actividad que te relaje y te inspire, estarás bien, lo que nos lleva al siguiente punto.
4. Funcionarte a ti
Para que el descanso durante el día sea efectivo puedes encontrar miles de tips como meditar en un lugar sin sonido y con baja iluminación o tomar una pequeña siesta así sea en tu automóvil, pero lo único que en realidad importa es que sea funcional para ti.
A algunos les puede funcionar como descanso el alejarse de la computadora, salir a dar un pequeño paseo para estirar las piernas y despejar la mente, mientras que a otros prefieren tomar un café solos o en compañía agradable. Haz diferentes pruebas y quédate con lo que mejor te siente.
5. No auto-sabotearlo (ni permitir que los demás lo hagan)
Cuando llevamos el celular a la cama o nos dormimos con el televisor encendido estamos saboteando nuestra calidad de descanso, de la misma forma lo hacemos cuando es momento de cambiar el colchón y seguimos usando el mismo de hace 20 años “por ahorrar”, cuando en realidad lo que hace es disminuir tu rendimiento cotidiano.
Si el aspecto financiero es la razón por la que no has podido reemplazar tu colchón, aprende cómo ganar dinero y agrega este tema a tu lista de prioridades, ya que cuando no tienes un descanso óptimo, será mucho más difícil alcanzar el rendimiento que necesitas para mejorar tus finanzas.
Si duermes con alguien que ronca o se mueve demasiado y eso no permite que tú puedas tener un sueño reparador, también es necesario tomar cartas en el asunto adquiriendo una cama más amplia y usando tapones para los oídos, por ejemplo.
6. Presta atención a tu salud
Por último, pero no menos importante es que coloques especial énfasis en los otros aspectos que conforman tu salud, como lo son una alimentación adecuada y el ejercicio necesario. Cuando tu cuerpo no está funcionando del todo bien, será más difícil tener un descanso idóneo, ya que hay elementos que pueden interferir en el mismo como dolor en la espalda, sinusitis, entre otros.