La tranquilidad y la serenidad, dos aspectos importantes en el trabajo
Vivimos en tiempos líquidos1 y muchos profesionales se pasan el día apagando fuegos.
¿Cómo podemos salir de esta carrera de ratas? Pues es muy simple: bajar tu velocidad. Cuando tomas el tiempo para reflexionar, tomarás mejores decisiones y cometes menos errores, evitando así las urgencias.
En un mundo V.U.C.A. las personas tranquilas y serenas sean, probablemente, las únicas que no tienen prisa. Y no la tienen porque es muy posible que se hayan parado a reflexionar acerca de sus prioridades hasta definir a dónde y cómo quieren llegar. Las prisas, las urgencias, la ligereza y los malos sentimientos son los peores consejeros. Establecer un ritmo asumible y veraz es tan imprescindible como conocer el sendero a transitar. Si cada paso que das lo haces de forma pausada y serena, seguro que tu actitud será mucho más positiva y todo tendrá mejor sabor.
- Aunque creo que no es nada nuevo… ↩︎