Por favor, ¿podemos dejar de hablar de VUCA?
En los últimos años he leído cada vez más artículos que hablan del concepto VUCA.
El artículo que comparto hoy, escrito por Alberto Almoguera me ha hecho reflexionar sobre este tema. ¿De verdad el problema es tan grande?
Y cuando me refiero a entorno, me refiero a todo tipo de entornos. En mi sector, el entorno es muy VUCA […] y es este hecho lo que hace que mi día a día laboral también sea VUCA. Y este es un hecho que sin duda es válido para muchos sectores. Es una de las consecuencias que tiene vivir este proceso de transformación digital.
La verdad es que nunca me ha gustado el término VUCA. Creo que tomar un concepto que describe una situación extrema de batalla en una guerra y aplicarlos al entorno laboral es una exageración bestial.
Personalmente prefiero hablar de entornos liquidos cuando se trata de situaciones que están en un constante cambio.
La parte que más me interesa del artículo son las preguntas al final del post:
¿Vivís en un entorno VUCA? ¿Es posible vivir en entornos estables hoy por hoy? ¿Existen? ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
¿Si vivo en un entorno VUCA? Yo diría que en mi caso la respuesta es claramente «No».
Me ha hecho gracia leer en el mismo artículo la afirmación que:
Los entornos de trabajo predecibles y más o menos estáticos en los que trabajaban nuestros abuelos pertenecen al pasado
Porque justo nuestros abuelos sí han vivido en tiempo de guerra. Es verdad que seguramente el contenido de su trabajo no ha cambiado demasiado durante sus vidas, pero muchos han tenido que arriesgar su vida sólo para poder llegar a la fábrica. ¿Y tú te quejas de un poco de incertidumbre en tu trabajo?
Nunca en la historia de nuestra planeta había tan pocos conflictos armados. Gracias a las avances médicas vivimos más años que nunca. Y nunca antes había tan poca pobreza,1 aunque quizás justo antes de la última crisis económica ha sido el único momento menos VUCA que hoy.
Ya lo he dicho antes, no me gusta hablar de VUCA, prefiero hablar de entornos líquidos. Por eso quiero cambiar la pregunta original de Alberto y contestar la pregunta “¿Vives en un entorno líquido?”
Si miro atrás a los trabajos que he hecho, veo claramente que mi propio entorno laboral es cada vez menos liquido.
Mi primer trabajo — con contrato temporal — en un helpdesk fue muy caótica. Mi trabajo era literalmente ‘apagar fuegos’ y reaccionando a lo que los usuarios me explicaban. Liquidez total.
Luego me he dedicado a gestionar grandes sistemas informáticos para empresas multinacionales. En general un trabajo más estable, mientras todo funcionaba bien, pero siempre estaba 24 horas al día ‘stand-by’ para solucionar problemas.
Después venían mis funciones como responsable de proyectos y como comercial. Con cada cambio, mi entorno ha sido un poco más estable hasta llegar a mi situación actual como mentor y formador en la productividad personal. En la actualidad, mi trabajo es muy predecible, porque soy yo quien ha creado este entorno. Habitualmente sé con exactitud cómo será el 90% de mi semana laboral. Es el entorno menos líquido en que he estado durante toda mi vida.
Mirando a mi propio ejemplo y lo que sé sobre la historia, sólo puedo concluir que todo depende de tu situación personal. Existen trabajos que ya desde hace siglos son líquidos, como, por ejemplo, los médicos de urgencias en un hospital.
También he detectado que la causa de tanto liquidez es, en muchos casos, una falta de visión, objetivos claros y comunicación efectiva dentro de la propia organización. En casi todos los sectores es posible encontrar empresas que están haciendo las cosas bien y que avanzan con mucho tranquilidad. Nada de VUCA.
¿Es posible vivir en entornos estables hoy por hoy? ¿Existen?
No creo que existen entornos 100% estables, ni han existido nunca. Hacer un trabajo implica — por definición — aplicar cambios a tu entorno. Trabajar es mover cosas.
Es posible que algunas personas sientan que su entorno es menos estable que antes. Quizás es verdad o quizás es porque solo nos fijamos en los recuerdos felices del pasado.
Al final, hablar del grado de liquidez — o VUCA — de tu entorno no aporta nada. Hay que saber que tu cerebro no es VUCA.
Da igual como de líquido es tu entorno, porque tu manera de actuar debe ser lo mismo en cualquier entorno: hay que parar un momento para reflexionar sobre qué debes hacer, y luego hay que enfocarte 100% en lo que estás haciendo. Una vez acabado puedes volver a evaluar cómo han cambiado las cosas y cómo debes continuar. Así lo hemos hecho siempre…
VUCA o no, tu lo decides.
- No saber si hoy podrás comer es lo que genera incertidumbre de verdad. ↩