Encontrar el propósito
Todos tenemos tareas que no nos apetece. Alguna vez puede ser un problema temporal y simplemente podemos dejarlo para el día siguiente.
Pero otras veces es un problema que no desaparece. Parece que nunca tendrás ganas de hacerlas. La tarea se ha convertido en una tarea residente.
Entonces tienes dos opciones: o decides que esta tarea no vale la pena de hacerlo o buscas la motivación. Y la motivación está en tu propósito, tal como Nacho Fontaneda explica de forma magistral:
Hasta que no encuentro la motivación interna puede ser que trabaje, que avance en algunas cosas, a costa de un gran esfuerzo. En el momento que encuentro esa chispa interior, esa fuerza que nos acompaña, se me olvida el esfuerzo y las tareas fluyen solas.
Para algunos subir una montaña es el mayor de los castigos y para otros el mayor disfrute, en gran medida depende de cómo interpretemos lo que estamos haciendo, de cuáles son nuestros motivos.
Por cierto, te puedo ayudar a descubrir cuál es tu propósito.