Trabajar de forma equilibrada y productiva es como cuidar un jardín
Ángel María Herrera explica una historia inspiradora sobre cómo ha dejado de cuidar a su jardín en una época de mucho trabajo:
[…] habían crecido un montón de malas hierbas, algunas tan altas que ya no valdría simplemente con la modesta cortadora de césped que tengo, y al mismo tiempo habían surgido algunas calvas en otras zonas por la falta de riego y los aligustres que lo rodean estaban totalmente descuidados, aunque lo que más me dolió fue ver el rosal, que estaba hecho una pena y solía ser la alegría del jardín.
Es increíble lo que se pueden deteriorar las cosas en tan solo unos meses sin cuidarlas.
Al darse cuenta del mal estado de—entre otras cosas—su jardín, Ángel María se puso a arreglar y sacó unas lecciones muy interesantes.