GTD casero que acaba por traducirse en un artefacto de elevada carga emocional
Julen habla de sus cuadernos fetiche:
En uno de los armarios del despacho tengo una zona dedicada a esas reliquias. Hay cuadernos desde que trabajaba en Maier, allá por 1997. Están todos juntos, apretados unos contra otros. Son de diferentes tamaños y colores. Pero ellos no se llevan mal del todo.
¿Quién tiene una relación así de profunda con su aplicación de tareas? Solo el papel puede generar estas emociones.