Definir tus metas

¿Ya has definido tus metas a corto y largo plazo? Según Steve Pavlina Si no tomas el tiempo para definir que quieres hacer en tu vida, pasarás el resto de tu vida realizando las metas de los demás. En el modelo de David Allen, las metas está en los niveles de 30.000 pies (1-2 años) y 40.000 pies (3-5 años).

En este artículo explico como puedes definir tus metas de una manera que realmente funcione; metas inteligentes que son específicas, medibles, realizables (pero desafiadores) y con fechas de finalización.

Empiezo con un ejemplo: un amigo te dice que estás más gordo que antes. Porque sois buenos amigos no te enfadas, pero en cambio tomas un papel en blanco para apuntar un nuevo objetivo:

Voy a perder peso

¡Enhorabuena! El hecho de haber apuntado tu meta incrementa bastante las posibilidades de realmente hacerlo. No obstante, podemos mejorar la definición de este objetivo para motivarte, realmente, a perder peso.

El primer error en esta meta es que está escrito en futuro, que no motiva para tomar acción: (algún día) voy a perder peso. Para tener una meta desafiante es mejor imaginarte que ya has llegado a la meta; eso da el mensaje adecuado a tu subconsciencia. Entonces en lugar de «Voy a perder peso» ponemos:

Pierdo peso

¿Es específico?

No mucho. ¿En qué manera vas a perder peso? No es necesario especificar cada acción individual (para eso tenemos los planes de proyecto), pero debes hablar del ‘qué’ sin mencionar el ‘cómo’ Adaptamos nuestra meta:

Pierdo peso haciendo ejercicios y comiendo sano

¿Es medible?

¿Como sabes que has llegado a la meta? Cada meta debe tener un valor asociado: un número de kilos para perder, un importe en euros para ganar, tantos clientes por conseguir,… Solo si tus metas son medibles puedes hacer un seguimiento y usarlas para motivarte. En nuestro ejemplo queremos perder 10 kilos:

Pierdo diez kilos haciendo ejercicios y comiendo sano

¿Es realizable y desafiador?

Depende de tu situación, perder diez kilos puede ser mucho o poco. No es lo mismo perder 10 kilos si pesas 50 kilos o si pesas 150 kilos. En el primer caso, es probable que realmente no confíes en tus posibilidades de llegar a la meta, y por eso no estarás motivado. Y si tan solo pones la meta a 1 kilo no te sientas desafiado para empezar a trabajar.

¿Para cuando?

Una meta sin fecha final es solo un sueño. ¿Cuántas veces has encontrado una amiga que no has visto desde hace años para decirla que la llamarás algún día? ¿Y cuantas veces realmente has llamado? Una fecha final, junto con una cantidad, te permite saber dónde estás y cuanto te falta. Necesitas una fecha final:

Pierdo diez kilos haciendo ejercicios y comiendo sano antes del marzo del año que viene.

Ahora tenemos una meta específica, medible, realizable y desafiadora con fecha final. Para los emprendedores entre los lectores: este método también puedes aplicar para establecer los objetivos de la empresa.

Jeroen Sangers

Anfitrión del Canasto. Mentor artesano especializado en la Efectividad 2.0 para personas y equipos de trabajo.

https://jeroensangers.com
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