Seis pasos para descubrir nuestro propósito profesional y mantenernos motivados
Decía Peter Drucker que no hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no debería haberse hecho en absoluto.
Pero creo que el problema más grande no es que perdemos tiempo con cosas que no debería haberse hecho. El problema más grande es que dedicamos demasiado tiempo con cosas que aparentemente parecen útiles, pero no no nos hacen avanzar tanto como otras tareas.
Seguramente conocer la historia del jarro con las piedras grandes, piedras pequeñas y la arena. Parece lógico que, para que encaja todo, empiezas con las piedras grandes. ¿Pero qué hacer cuando hay tantas piedras grandes que no caben en el jarro?
Esta es la situación en que se encuentran muchos profesionales hoy en día.
Y la única solución que yo conozco es definir muy bien tu propósito y actuar de acuerdo con ello. Y si aún no has descubierto cuál es tu propósito, lee este artículo:
El propósito, además, nos ayuda a definir metas y objetivos a largo plazo, algo útil para priorizar acciones y tomar decisiones en función de lo que realmente importa. Es una fuente de motivación y energía constante que es útil superar los obstáculos y desafíos que se presentan en el camino. Imaginemos que el propósito de una persona sea “lograr erradicar el hambre en una región”. No solo se trata de tener una motivación y un objetivo, sino de preguntarse en qué somos fuertes y en qué debemos trabajar para que esto sea logrado, qué debemos aprender, qué debemos mejorar o transformar, y por qué conocimientos, actitudes y aptitudes somos los adecuados para ello o con quienes debemos colaborar para complementarnos.
También te puedo recomendar nuestro curso online Descubre tu propósito y episodio 246 del podcast de KENSO en que mostramos una manera sencilla para usar tu declaración de propósito en tu día a día.