Objetivos y ansiedad: la eficiencia autolimitada
Ser efectivo de verdad no es conseguir más resultados con menos esfuerzo. No, ser productivo se trata justo de hacer menos cosas; se trata de hacer las cosas correctas.
Hoy se habla de que la robótica y los avances de la industria —o lo que venga después— nos conducen a un mundo de eficiencia máxima. Donde el concepto “máxima” es siempre relativo porque siempre se vislumbra un estado posterior. Si lo puedes medir, lo puedes mejorar. Así que no hay vuelta atrás. La carrera de la rata continúa y no tiene fin. Pero la lógica nos dice que al final acabaremos rompiendo la baraja. El trabajo y sus varas de medir, con la eficiencia a la cabeza, nos conducen a un callejón sin salida: el permanente estado de eficiencia máxima, la tensión total.
Mira lo que has hecho hoy. ¿Cuál de las tareas terminadas realmente cambian tu situación en un año?