El compromiso es un recurso limitado

El año pasado tuvo una interesante discusión con un grupo de amigos blogueros de productividad y uno de los temas que salía era la definición de la palabra compromiso.

Admito que a la primera vista parece una discusión muy aburrida, pero resulta que el compromiso es la base de cualquier sistema o método de productividad personal. El objetivo de tu sistema productivo es gestionar tus compromisos, a diferencia de tus deseos.

Pero, ¿cómo de comprometido estás con cada tarea en tu lista?

Cuando sólo tienes un compromiso, es posible tener un compromiso completo: “Haré todo lo posible para conseguirlo”.

Eso pasa cuando sólo tienes una prioridad.1 Por ejemplo, cuando has tenido un accidente y estás ingresado en el hospital, luchando por tu vida. El único que importe en este momento es tu salud y estás haciendo todo lo posible para recuperarte. No te preocupas por tu email, ni por pagar los impuestos y tus objetivos ya no importan. Sólo tienes un compromiso.

Por suerte, no es habitual encontrarnos en situaciones con sólo un compromiso.

Si tienes dos compromisos, la situación ya es más complicada. ¿Qué harás cuando hay un conflicto entre tus dos compromisos? Qué harías, por ejemplo, si tienes dos familiares ingresados en diferentes departamentos del hospital. ¿Con quién te quedas? Ya no puedes decir que harás todo lo posible, porque eso implica dejar tu otro compromiso.

Cada compromiso que asumas resta de los demás. Efectivamente, tu nivel de compromiso es un recurso limitado. Cuando menos compromisos tienes, más comprometido puedes estar con cada uno.

Según David Allen, el promedio de los usuarios de Getting Things Done tienen entre 100 y 150 acciones en su lista de tareas. Son todos compromisos para hacer lo antes posible.

No está escrito explícitamente en el libro, pero en GTD lo antes posible quiere decir en un plazo de unas semanas.2

Yo creo que 100 compromisos son demasiados. Con tantos temas pendientes, el compromiso real de cada tarea es muy pequeño. Obviamente, eso ya lo sabes. Hay una razón por tener ‘tareas residentes’; acciones que ya hace mucho tiempo están en la lista y que todavía no has hecho.

Hay dos maneras de minimizar el número de compromisos:

  1. Aprende a decir NO
    Una de las grandes creencias limitadoras que existe es la idea de que hay que hacer todo. La verdad es que tienes mucho menos obligaciones de que crees. Los grandes triunfadores en la vida casi siempre son personas o empresas que han sabido enfocarse y que han sido capaz de decir ‘No’ a muchas cosas. Simplifica tu vida para poder incrementar el nivel de compromiso de cada acción.
  2. Limita el plazo de compromiso
    La base de la gestión de los compromisos en Getting Things Done son dos listas que funcionan como vasos comunicantes: las lista de Próximas Acciones y la lista Algún Día/Quizás. La primera lista contiene tus compromisos y la segunda sirve para aparcar las cosas hasta que te puedes comprometer. Si, en lugar de verificar la lista Algún Día/Quizás durante la revisión semanal, lo revisas más a menudo, estás efectivamente reduciendo el plazo de compromiso — y, por tanto, el número de acciones — de tu lista de Próximas Acciones.

Es imposible predecir el futuro. Tener docenas de compromisos para las próximas semanas en tu lista no es realista y incluso puede ser un gran problema. Es mejor enfocarte en los próximos días y así tener menos compromisos, porque el compromiso es un recurso limitado.

  1. Las prioridades en plural no aparecen en la literatura hasta el siglo XX, mientras el singular ya existe desde el siglo XIV. ↩︎
  2. El momento de revisar el cargo de trabajo en tus listas es durante la revisión semanal, por lo que podemos concluir que el periodo de compromiso es al menos una semana. ↩︎

Imágenes Montaña y Bokeh natural cortesía de Shutterstock

Jeroen Sangers

Anfitrión del Canasto. Mentor artesano especializado en la Efectividad 2.0 para personas y equipos de trabajo.

https://jeroensangers.com
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