Cansado también se puede

Estaba a punto de cerrar mi ordenador para descansar al final de la jornada, cuando vi este artículo de Nacho Fontanera.

Recuerdo una entrevista que hacían a un montañero de mas de 80 años. Le preguntaron que si a su edad no le dolía nada cuando iba a la montaña y contestó “¡Ay hija! Me duele todo, pero no me quejo porque si me quejo no me dejan ir. Si el motivo es suficiente, con cansancio se puede.

Leyendo el texto, me entran dos sensaciones opuestas.

Por un lado, claramente, cansado también se puede. Cuando empiezas a notar el cansancio, tu cuerpo aún tiene mucho energía. Tal como afirma mi entrenador de cycling cada semana: «¡siempre puedes más!».

También pienso a todos los padres con hijos recién nacidos que en una buena noche consiguen dormir apenas cuatro horas y aún así son capaces de hacer su trabajo, cuidar a la familia y tener un poco de vida social.

Pero por otro lado pienso en todo que lo que nos explica Matthew Walker en su libro «Por qué dormimos» (nuestra reseña) y las historias que nos cuentan nuestros clientes de coaching o los asistentes de nuestros talleres.

Muchos profesionales sacrifican sistemáticamente el descanso y viven un cansancio crónico, aunque no se dan cuenta de ello.

El cansancio tiene enormes efectos negativos a nuestra salud y no somos conscientes del precio que estás pagando solo para escribir un post más.

Cansado también se puede, sí, pero hay un precio. Solo tu sabes si vale la pena pagar este precio.

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Jeroen Sangers

Anfitrión del Canasto. Mentor artesano especializado en la Efectividad 2.0 para personas y equipos de trabajo.

https://jeroensangers.com
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