Busca tu dosis adecuada de ineficiencia
Más no siempre es mejor:
me da la sensación que en esto de la eficiencia hay un punto tras el cual deja de merecer la pena continuar con la misma dinámica. Creo que, como decía, nuestra imperfección necesita momentos de pereza, líneas de fuga a través de las cuales reconocernos no ya como máquinas capaces de no cometer error alguno, sino como seres que no quieren ser precisamente lo que las máquinas ya son.