‘Reunionitis’: cómo poner fin a ese cáncer para la productividad
Una de las grandes causas de días poca productivivos son las reuniones. Tenemos demasiadas reuniones y las organizamos mala. Me gustan las reflexiones que hace José Mendiola sobre este tema.
¿Son realmente útiles las reuniones? La primera respuesta que nos llega a la cabeza es, sí, puesto que contribuyen a alcanzar consensos o a interactuar en equipo de una forma que de otra manera no sería posible. Se trata de un recurso útil pero tremendamente costoso: se bloquea la agenda por partida múltiple del recurso más caro de una empresa, el humano. Y es un mal, por desgracia, contagioso: al cabo de una semana, un directivo puede llegar a tener varias reuniones al día con todo el trajín que conllevan (agenda bloqueada, llamadas sin atender, trabajo acumulado…), y como hemos apuntado antes, con la falsa sensación de productividad.