Muchas tareas, y sólo 11 minutos de atención
Sol León nos cuenta en este artículo el coste real de una interrupción o distracción:
Sólo nos concentramos 11 minutos seguidos en una actividad antes de ser interrumpidos. Afirma que “el oficinista moderno se dedica al menos a otras dos tareas antes de volver a la actividad original. Para entonces, han transcurrido por término medio 25 minutos”. ¿No os ha pasado que de repente ya no sabéis lo que estabais haciendo? ¿No os ha pasado que abrís una nueva pestaña… y no sabéis a qué página queríais ir?