“No tengo tiempo para trabajar, debo atender mi Facebook”
La frase del título puede parecer una tontería, y lo es; pero no está muy lejos de la realidad.
No voy a entretenerme explicando qué son las Redes Sociales, el mal o buen uso que hacemos de ellas, el tiempo que nos hacen perder, o ganar, o si está bien usarlas en el trabajo, o no, etc. porque todos lo sabemos todo de sobra.
Lo que voy a hacer es enumerar algunos consejos / trucos para llevarnos lo mejor posible con las redes sociales y no morir en el intento.
- Sentido común: haz uso de él cuantas más veces mejor. Él será quién te indique si es mejor entrar ahora en tu cuenta de Twitter o mejor hacer algo "productivo" antes y luego ya mirarlo.
- Fuerza de voluntad. Reconozcámoslo, las Redes Sociales son adictivas, enganchan y es duro no caer en la tentación y no dejarse mecer por comentarios, muros, tuits, imágenes de Instagram… Por eso la fuerza de voluntad debe ir unida al sentido común. Porque una cosa es saber que no deberíamos estar haciendo algo y otra bien distinta no hacerlo.
- Controla el tiempo. Hay aplicaciones como ésta que miden el tiempo que pasamos en las diferentes páginas o programas en nuestro ordenador. Está muy bien; pero yo prefiero que seamos nosotros quienes controlemos el tiempo que pasamos haciendo una cosa u otra. Se trata de responsabilizarnos del uso de nuestro tiempo. Por tanto, controla cuánto pasas navegando en las Redes y determina tú si es el que quieres o debes reducirlo (o aumentarlo quizá).
- No empieces consultando tus Redes. Ni la jornada laboral, ni, por supuesto, el día. No es sano mirar las redes sociales desde la cama. Piénsalo. Y en el trabajo, lo mejor es comenzar haciendo algo que realmente valga la pena, porque es cuando estamos más frescos. Dale un empujón al trabajo en sí (‘cómete la rana’) de primeras y luego cuando estés más harto, mira si quieres lo demás.
- Si crees que lo necesitas, fija momentos en el día para "chequear" las cuentas de Redes Sociales. A media mañana, a media tarde y por la noche o según te organices tú. El caso es tener momentos para hacerlo y no en cualquier rato que tengamos.
Y otras consideraciones...
- Si tienes que elegir, la persona física tiene prioridad frente a la "virtual". No, no está bien sonreír a una pantalla mientras otro en persona te cuenta un problema.
- Procura no reducir tu ocio a gestionar tus cuentas en Redes Sociales. Reporta muchos más beneficios la vida real. Y no malgastes la experiencia real tratando de reflejarla en todas tus redes sociales, al final, te la pierdes.
- No tengas todo abierto siempre. Estarás trabajando ‘a salto de mata’, pendiente de todas las notificaciones, etc. No sé si sabes que cada interrupción cuesta 10 minutos para volver a centrarse.
- Y plantéate… ¿qué beneficio obtento tuiteando mi vida? ¿subiendo cada plato a Instagram? ¿contándo en FourSquare dónde estoy? ¿Comentando en el Facebook cada noticia que leo, cada imagen, cada pensamiento que se cruza en mi cabeza? Y después de esta reflexión, actúa en consecuencia.
Fíjate en cuanta gente que sigues en las Redes Sociales se queja de que no tiene tiempo… ¡y te lo cuenta en ellas! No tiene ningún sentido.