GTD: mucho más allá de la productividad personal
GTD no es fácil. No es que los principios detrás de este método son difíciles, sino que durante muchos años hemos creado hábitos poco productivos. Cambiar tus hábitos es la parte difícil de GTD —y de cualquier otra cambio significativo en tu vida—. Aprender trucos es más fácil, pero no tendrás el istmo resultado.
La gente está desesperada por salir del túnel improductivo en el que se encuentra y, con las prisas, se lanza sin pensarlo mucho a aplicar versiones simplificadas de la metodología GTD. Esta decisión produce un alivio momentáneo pero acaba conduciendo, de manera casi inexorable, al abandono del método y al regreso a los antiguos hábitos improductivos.