Limitar la productividad: Contestar el teléfono
El caso es que un par de minutos después cuando acabamos la llamada tenemos que retomar el hilo de la tarea que estábamos realizando y no siempre es tan sencillo volver a ella. Al final resulta un esfuerzo de concentración que acaba por agotar a lo largo del día.
Obviamente, solo puedes dejar de contestar el teléfono mientras estás en la zona. Si nunca contestas perderás clientes :-)