Limitar la productividad: Contestar el teléfono

El caso es que un par de minutos después cuando acabamos la llamada tenemos que retomar el hilo de la tarea que estábamos realizando y no siempre es tan sencillo volver a ella. Al final resulta un esfuerzo de concentración que acaba por agotar a lo largo del día.

Obviamente, solo puedes dejar de contestar el teléfono mientras estás en la zona. Si nunca contestas perderás clientes :-)

Jeroen Sangers

Anfitrión del Canasto. Mentor artesano especializado en la Efectividad 2.0 para personas y equipos de trabajo.

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