Claro que se te peta el sistema, si nunca decides «No»…
Lo primero que hago cuando alguien se suscribe al boletín electrónico o cuando empezamos un proceso de coaching o taller de efectividad es preguntar por sus principales retos relacionados a la efectividad personal.
Hace unas semanas he estado analizando las miles de respuestas que he recopilado en todos estos años y descubrí algo muy interesante.
La inmensa mayoría de vosotros no menciona tener problemas con la organización del trabajo; con el flujo de trabajo. Sino, con diferencia el problema más mencionado es simplemente tener demasiadas cosas por hacer.
Y sólo existe una solución al sobre-compromiso: aprender a decir «no», tal como afirma Jordi Fortuny:
Y sobre todo romper esta tendencia natural al «sí a todo». Esto es lo que provoca que tu sistema de organización se convierta en un sistema de aspiraciones ilusorias y no de realidades plausibles. Las aspiraciones van creando un cuello de botella en el que muchas personas viven permanentemente.
Por eso mismo es necesario adquirir los compromisos que realmente quepan en tu ancho de banda. Ya sabes que todas las personas que somos trabajadoras del conocimiento, siempre, y por definición, tenemos más trabajo que tiempo.
Verás que no es cuestión de organizar tus tareas de forma distinta, porque demasiado trabajo organizado de otra forma continua siendo demasiado trabajo.
Y una vez que aceptas que debes tomar estas decisiones difíciles lo antes posible, verás también que no necesitas un sistema o método muy complicado.
Porque un sistema complicado (yo también los he tenido) sólo sirve para una cosa: esconder el problema real del sobre-compromiso.
