Planificar de forma natural

Hacer planes detallados de tus proyectos parece difícil, pero no lo es si usas el Modelo de Planificación Natural. Es un método de planificar que, como su nombre indica, sigue la manera natural de planificar.

Planificar basado en el Resultado Deseado

Si quieres planificar un proyecto según el modelo de la planificación natural, debes empezar por el final.

  • ¿Qué quieres obtener?
  • ¿Para qué lo haces?
  • ¿Cuál es el Resultado Deseado?

Si ya estás usando las otras partes del método GTD seguramente reconoces estas preguntas, porque al procesar la bandeja de entrada haces exactamente las mismas preguntas. En este sentido, planificar un gran proyecto no es diferente de planificar una tarea.

Antes de todo, debes saber cuál es el Resultado Deseado, para más tarde poder medir el éxito del proyecto. Debes estar de acuerdo contigo mismo y con los otros involucrados qué es tener éxito.

Tus principios también cuentan

Imagínate que quieres organizar una escapada con la familia. Sin darte cuenta, estás limitando las posibles opciones por tus principios:

  • ¿Cuál es la calidad que buscas?
  • ¿Cuánto estás dispuesto a pagar?
  • ¿Hasta dónde quieres viajar?

Habitualmente no eres consciente de estos principios, hasta que alguien proponga una actividad que es demasiado cara o demasiado lejos.

Si estás planificando un proyecto complejo es importante que todos los principios y valores estén bien definidos y que todos los implicados estén de acuerdo. Solo así puedes buscar la mejor ruta hacía el Resultado Deseado.

Lluvia de ideas

En el momento que has definido el Resultado Deseado y los principios, puedes empezar con la lluvia de ideas.

Este es la parte más fácil de la planificación del proyecto, porque es lo que haces todo el día. Por ejemplo si quieres ir al otro lado de la cuidad: ¿Cuál es la manera más rápido e inteligente de viajar? ¿Es mejor tomar el coche, el metro o ir andando? Tu cerebro está optimizado para buscar soluciones.

Otro ejemplo: quieres ir a cenar con una nueva amiga. Ya conoces el Resultado Deseado: algo como una conversación interesante o empezar una nueva relación romántica. También tienes tus principios, aunque posiblemente no eres consciente de su existencia. Si ahora empiezas a pensar, seguramente te salen al menos cinco sitios para ir a cenar con la nueva amiga.

Muchas veces el problema al hacer una lluvia de ideas no es la generación de ideas, sino saber para qué problema estás buscando una solución.

Organizar

Ahora que sabes a dónde quieres llegar, qué es importante (principios) y más o menos cómo vas a hacerlo, es hora de empezar hacer planes concretos. Los planes pueden ser muy sencillos, en media hoja de papel, o más complejos con varias carpetas en el intranet y diagramas Gantt. Si el proyecto es más complejo hay que fijar e estructurar más detalles.

Próximas Acciones

Finalmente apuntas las Próximas Aciones (el resto de las tareas quedan en el plan de proyecto) en tus listas para empezar a trabajar en el proyecto.

Fácil, ¿verdad? Intenta aplicar estos cinco pasos en un proyecto que ya hace tiempo está un tu lista pero que no avanza. Solo hay que contestar estos cinco preguntas:

  1. ¿Cuál es el Resultado Deseado?
  2. ¿Existen principios o estándares que son importantes para este proyecto?
  3. ¿De qué maneras podrías alcanzar el Resultado Deseado?
  4. ¿Cómo puedes organizar todo el material recopilado?
  5. ¿Y cuáles son las Próximas Acciones que ya puedes hacer?

Deja un comentario si este método de planificar también funciona para ti.

Jeroen Sangers

Anfitrión del Canasto. Mentor artesano especializado en la Efectividad 2.0 para personas y equipos de trabajo.

https://jeroensangers.com
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