No viajo mucho en tren, pero la última vez que iba en tren a Barcelona notaba que todos los pasajeros estaban muy ocupados: llamando por teléfono, repasando notas, escribiendo en el portátil… Aparentemente el tren es una extensión de la oficina.

A veces, cuando un cliente me pide un curso de gestión del tiempo, acabo impartiendo un taller de efectividad personal.

No es que he engañado al cliente, sino que, después de la primera conversación para conocer las necesidades concretas de la organización, resulta que me han hablado de «gestión del tiempo» mientras lo que realmente querían era la «efectividad personal».

Para aclarar las dudas de una vez por todas, te presenta mis definiciones1 de la gestión del tiempo, la productividad personal y la efectividad personal.