Trabajo, evolución y sentido común

Muchas veces he hablado aquí del cambio de paradigma en la forma de trabajar. Este cambio se produjo a partir de los años 70 del siglo pasado, cuando gran parte de la población inició el cambio hacia el trabajo de conocimiento.

No obstante, aun quedan muchas empresas que se dedican plenamente al trabajo de conocimiento, pero que todavía se organizan como fábricas, con horarios fijos sin ofrecer la posibilidad de trabajar a distancia.

Que la relación de las personas con su trabajo va a cambiar en el futuro es algo que duda cada vez menos gente. ¿Por qué diablos mantenemos políticas impuestas durante la revolución industrial, cuando el tipo de trabajos que desempeñábamos eran sensiblemente distintos y dependían, por ejemplo, de la disponibilidad de una máquina determinada o de la necesidad de coordinarse en persona? ¿Qué papel tiene el hacer que tus empleados entren a las nueve de la mañana y salgan a las cinco, o que mantengan su culo pegado al asiento hasta después de que te hayas ido tú? ¿Por qué forzar a alguien a meterse en un atasco y a trabajar en un entorno determinado cuando en muchos casos podría hacerlo cómodamente en zapatillas en su casa? ¿De verdad te parece que eso genera algún tipo de efecto positivo?

Jeroen Sangers

Anfitrión del Canasto. Mentor artesano especializado en la Efectividad 2.0 para personas y equipos de trabajo.

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