Trata tu tiempo como tratas el dinero

Recuerde que el tiempo es dinero
— Benjamin Franklin

Ya han pasado 170 años desde que Benjamin Franklin pronunció estas palabras como consejo a un joven comerciante.

Obviamente, el tiempo no es dinero, aunque muchos profesionales lo tratan así, cambiando diariamente ocho horas de su tiempo a cambio de unos ingresos fijos.

Pero el tiempo es más volátil que el dinero. Todos sabemos que no es posible ahorrar el tiempo que recibes hoy para gastarlo en el futuro. El tiempo simplemente pasa.

Puedes gestionar tu dinero, pero la gestión del tiempo no existe.

Pero, aparte de esta diferencia, hay muchas propiedades del dinero que sí puedes aplicar al uso del tiempo.

He empezado a tratar mi tiempo como dinero después de haber conocido una aproximación del valor de mi tiempo.

Mi tiempo—o mejor dicho, mi atención—es el recurso más valioso que tengo y quiero aprovecharlo al máximo. De la misma forma en que no me gusta malgastar el dinero en tonterías o gastos de emergencia que podría haber evitado, tampoco me gusta dedicar mi atención a tareas aburridas o en urgencias.

El coste de oportunidad

Puedes gestionar tu dinero, pero la gestión del tiempo no existe

En la economía existe el concepto del coste de la oportunidad, que es igual al valor de la mejor opción no realizada.

Es el concepto que Benjamin Franklin intentó explicar al joven comerciante. El comerciante tenía dos opciones: trabajar y ganar 10 chelines al día o tomarse el día libre y gastar 1 chelín durante su tiempo de diversión. El coste de oportunidad de tomar el día libre no es sólo el chelín que gastó, sino también los diez chelines que no ingresó. Tiempo es dinero…

Cuando decides qué tarea a hacer, también hay un coste de oportunidad. Como no puedes gastar tu atención en dos tareas al mismo tiempo,1 debes elegir qué hacer y esta elección tiene un precio: cuando decides hacer una tarea, también decides no hacer las demás tareas.

El coste de oportunidad de hacer una tarea es el valor de la mejor tarea no realizada.

Presupuestos

Para una buena gestión de tu dinero, los expertos recomiendan crear un presupuesto especificando cuanto tienes planificado de gastar en una serie de categorías.

El presupuesto te da claridad a la hora de tomar decisiones. ¿Te puedes permitir cambiar de móvil este mes, o sería mejor esperar un poco?

Obviamente, es solo un plan y la realidad seguramente se desviará del presupuesto. Por eso es importante revisar tu presupuesto frecuentemente.

También para el uso del tiempo hay un presupuesto, aunque muy pocas personas han dedicado tiempo para ponerlo por escrito ni lo revisan.

En tu presupuesto de tiempo para hoy seguramente constan 7 horas para dormir,2 8–9 horas de trabajo, tiempo para el desplazamiento, tiempo para cuidarte (ducharte, arreglarte), tiempo para la familia, tiempo para hacer deporte, tiempo para comer, etc.

Es un ejercicio interesante crear tu presupuesto de tiempo, por ejemplo de una semana. ¿A qué quieres dedicar cada una de tus 168 horas?

Aún más interesante es crear un presupuesto para tus horas de trabajo: ¿cuantas horas tienes disponible para email, reuniones o cada una de tus responsabilidades?

Luego puedes registrar el uso real de tu tiempo, por ejemplo en una hoja de papel o usando herramientas como RescueTime o Toggl.

¿Qué actividades consumen más tiempo que presupuestado? ¿Qué áreas no han recibido suficiente atención?

Evita las deudas innecesarias

El dinero tiene otra característica muy interesante: es posible gastar dinero que no tienes usando tarjetas de crédito, préstamos o hipotecas.

Una deuda es una herramienta financiera muy útil cuando quieres comprar algo necesario pero muy caro o si quieres comprar algo que incrementará en valor; un activo. Pero ojo, porque las deudas tienen un precio: siempre hay que pagar el interés.

Una deuda resta libertad, porque obligatoriamente tendrás que usar una parte de tus ingresos futuros en pagar la deuda.

En la productividad personal, tu deuda está en la lista de acciones.

También existen deudas de tiempo. Es posible comprometerte a usar horas del futuro. En la productividad personal, tu deuda está en la lista de acciones.

Una deuda de tiempo puede ser útil, porque es la única manera de conseguir resultados grandes.

Pero igual a la deuda financiera, la deuda de tiempo tiene un precio. El interés que pagas es el tiempo que debes dedicar a revisar tu lista. Cuando más acciones en tu lista—y más grande es tu deuda de tiempo—más tiempo pierdes en revisar la lista.

La deuda de tiempo también resta libertad. ¿Cuantas horas ya tienes asignadas y qué tiempo tienes libre para hacer lo que quieres hacer?

Un poco de ‘crowdfunding’

El crowdfunding es un concepto bastante novedoso en el mundo financiero. Se trata de buscar un grupo grande de personas en que cada uno aporta un poco de dinero para así poder conseguir una inversión muy grande.

En la productividad personal ya conocemos el crowdfunding desde hace siglos. Se llama colaborar. Sólo colaborando con otras personas puedes llegar a los niveles más altas de efectividad.

Haz que el tiempo trabaja por ti

Para acabar los consejos de productividad derivados de la gestión financiera, podemos mirar a los activos.

Para alcanzar la riqueza y la independencia financiera debes contar de activos que te generan ingresos pasivos, es decir, ingresos que se generan sin que tengas que trabajar activamente en ellos. Ejemplos de este tipo de activos son acciones que generan dividendos, propiedades en alquiler, negocios en donde no tienes que involucrarte personalmente para que funcionen, sistemas multinivel, derechos de autor de libros, música o software, derechos de franquicia, etc.

En la efectividad personal también existen este tipo de activos que te generan tiempo. Hay tareas que, al hacerlas hoy, te generan más tiempo libre en el futuro.

Habitualmente doy la prioridad a estas acciones, porque facilitan el crecimiento exponencial de mi productividad. Existen dos tipos de acciones de activo:

  1. Tareas que hacen futuras tareas innecesarias. En este grupo de acciones hay el trabajo de definir tus resultados y metas y la definición de tus valores.
  2. Tareas que hacen futuras tareas más fáciles de hacer. Todo lo que está sistematizado y automatizado te dará beneficios en el futuro, porque son tareas más fáciles de hacer y más sencillas de delegar.

¿Tratas tu tiempo como el dinero?

¿Qué más podemos aprender sobre la efectividad personal partiendo de cómo gestionamos el dinero? Comparte tus ideas en los comentarios.

Imagen tiempo es dinero cortesía de Shutterstock

  1. Al menos el cortex prefrontal, la parte dónde reside la parte lógica y analítica del cerebro, sólo puede hacer una cosa a la vez. ↩︎
  2. ¿Es suficiente? ↩︎
Jeroen Sangers

Anfitrión del Canasto. Mentor artesano especializado en la Efectividad 2.0 para personas y equipos de trabajo.

https://jeroensangers.com
Anterior
Anterior

Tu reunión no es una maratón, es un triatlón

Siguiente
Siguiente

El análisis ‘premortem’ para tomar mejores decisiones