Pregunta «para qué»
Una de las preguntas qué me aporta más claridad es «para qué». Me hago esta pregunta varias veces al día: cuando me llega un proyecto nuevo (¿Para qué debo hacer este proyecto?), cuando planifico mi día (¿Para qué voy a preparar la presentación hoy?) y varios momentos más.
Mi amigo Raúl también se ha planteado esta pregunta y ha creado este recurso alrededor del «para qué»:
Ocurre que, desde el inglés, el «why» puede ser interpretado como «por qué».
Y el por qué mira al pasado. Mira a las causas. Y oye, no tengo nada en contra de eso. Preguntarse «por qué» ayuda a entender de dónde nacen nuestros comportamientos, y puede danos información útil sobre cómo intervenir en ellos.
Pero si cambiamos la preposición, y preguntamos «para qué» en vez de «por qué», el foco cambia. Ya no miramos a las causas, ya no buscamos explicaciones. Lo que hacemos es cuestionarnos la finalidad. Da igual «por qué» suceden las cosas, lo importante es «para qué» suceden… y si queremos (o no) que sucedan.