La productividad requiere práctica
Si eres un seguidor habitual de este blog no te serán ajenas las técnicas de productividad personal. No es difícil hoy en día encontrar artículos sobre técnicas de productividad o sobre cómo ser más eficientes.
También existen excelentes libros y guías que nos detallan sistemas completos o sobre determinados aspectos en particular que son de gran ayuda para aprender las habilidades que necesitamos.
Y por supuesto, existen otros formatos a los que podemos acudir para aprender la teoría sobre la mejora de la productividad personal como los estupendos cursos que imparte Jeroen ;)
Pero ¿esto es suficiente llegar a ser personas productivas?
Aprender productividad o desarrollar la habilidad de ser productivo
El problema de una habilidad como ser productivo es que no basta con ser aprendida, tiene que ser desarrollada. La diferencia entre estos dos términos es fundamental. Me explico:
Aprender una habilidad significa conocer la habilidad a nivel teórico. Saber qué es y cómo se implementa.
Desarrollar una habilidad significa poder aplicarla a tu vida diaria. En el caso de la productividad personal, hacer que forme parte de tu sistema de trabajo de forma constructiva.
Puedes estudiar sobre cómo conducir y sacar unas notas excelentes en los exámenes, pero no me darán el carné hasta que haya acumulado cierto número de horas al volante y haya aprobado un examen práctico.
Pasar de la teoría a la práctica
He visto a muchas personas que han leído muchos más libros que yo sobre productividad perderse en el salto entre la teoría y la implantación. Son los que yo llamo anti-evangelistas que dicen cosas como.
Yo me he leído un montón de libros sobre GTD y no me ha servido para nada
Bueno. Yo he visto un gran número de partidos de baloncesto pero no puedo hacer mates.
No han sabido pasar de la teoría a la práctica. Desde mi punto de vista, la mejora de la productividad personal consta de dos partes fundamentales:
Una parte importantísima es la práctica. Todos los sistemas de trabajo tienen una curva de aprendizaje más o menos pronunciada. Esto significa que probablemente seas un poco más lento en tu trabajo cuando empiezas a implantar el sistema, por la sencilla razón de que es algo nuevo a lo que no estás acostumbrado.
Esto se puede paliar de varias maneras. Puedes buscar momentos en los que tu carga de trabajo es menor para practicar, puedes probar simuladores de gestión del tiempo o puedes, como hago yo, probar con algunos proyectos personales antes de trasladar tu experiencia al ámbito profesional.
La otra es el cambio de percepción del tiempo y el trabajo. Dejar de ver las cosas de la forma en la que lo veníamos haciendo e interiorizar algunos conceptos casi “metafísicos” de lo que es el tiempo, de lo que es una tarea y de lo que significa ser eficiente.
Es posiblemente la aptitud más difícil de adquirir y la que necesita un mayor esfuerzo por nuestra parte, pero también es la más duradera y eficaz.
Una vez consigamos que cambie nuestra percepción del mundo no hay vuelta atrás, será realmente difícil que volvamos a caer en los malos hábitos del pasado.