Por qué te interesa que el correo tenga un principio y fin
Este es uno de estos pequeños hábitos en la forma de trabajar que pueden marcar una diferencia enorme en la efectividad: dejar de «leer» el correo electrónico y en su lugar «clasificar» los mensajes para luego… ¡cerrar el correo!
Pero la mayoría de la gente no lo ve así. La práctica más extendida es abrir la aplicación al empezar el día… y dejarla abierta hasta terminar. Y el Correo se queda ahí, en “segundo plano”, como si fuera una TV que se queda encendida mientras nos movemos por la casa, o ese vídeo de YouTube que dejamos reproduciendo mientras que miramos otras cosas. Y así voy chequeando la Bandeja de Entrada cada dos por tres para así ir leyendo (curioseando) lo que me va entrando.