Llevo años probando todas las apps de productividad posibles. Ha sido una búsqueda muy improductiva
Reconozco a muchos de mis clientes de coaching en este relato de Javier Lacort:
Llega el día en que descubres una aplicación de tareas resultona con una interfaz minimalista muy atractiva. Luego resulta que hay otra que gestiona mejor las etiquetas. Después vienen las aplicaciones para tomar notas. Un día eres un pardillo que no sabes lo que te pierdes si no estás usando Evernote y al día siguiente Evernote parece un indicador de que alguien se ha quedado atrás y no abraza el cambio.
Y así con cualquier aplicación o servicio pintón que de repente se pone de moda y los taraditos de la productividad corremos en manada a asumir desde el principio.
No vale la pena saltar de aplicación a aplicación, porque al final el único que realmente necesitas es algún soporte para gestiorar varias listas sencillas. El resto es cuestión de crear hábitos y rutinas efectivas.