La concentración, el nuevo «superpoder» del siglo XXI
En la reseña del libro Por qué dormimos: La nueva ciencia del sueño de Matthew Walker que publicaremos la semana que viene para los miembros de KENSO Círculo, expreso mi enorme preocupación para algunos tendencias que observo en la sociedad.
Hablo principalmente de la falta de sueño, porque conozco muy pocas personas que duermen sus ocho horas y se despiertan sin necesitar un despertador.
Pero también hablo de nuestra incapacidad de concentrarnos debido al uso constante del móvil y los malos hábitos de comunicación ininterrumpida mediante el correo electrónico y las plataformas de colaboración en el trabajo.
La falta de concentración se está convirtiendo en un trastorno que alcanza a los profesionales desde su etapa como estudiantes. De acuerdo con Jennifer Shore, la nota media de aquellos estudiantes que son incapaces de resistir las distracciones mientras estudian se reduce en promedio un punto y sus exámenes finales tienen un rendimiento un 18 % inferior. Incluso la distracción producida por teléfonos y otros aparatos y aplicaciones tecnológicas pueden producir, según Glenn Wilson, del Institute of Psychiatry de Londres, un descenso del cociente intelectual de un 10 %, el doble que el impacto que tiene el consumo de cannabis.
¿Qué haces para conseguir grandes bloques de tiempo sin interrupciones para poder enfocarte?
