Efectividad más allá de los límites tecnológicos

La revolución tecnológica ha cambiado nuestra forma de vivir y está transformando la gran mayoría de las organizaciones, así como nuestra manera de interactuar con nuestro entorno.

A pesar de la crisis asociada al actual cambio tecnológico, yo soy optimista. Creo que los beneficios que nos pueden aportar las nuevas tecnologías son muchísimos, tanto a nivel personal como a nivel organizacional, y quiero pensar que seremos capaces de dar un desenlace positivo a esta revolución tecnológica.

En el campo de la efectividad personal, este proceso de cambio nos está aportando grandes beneficios. Por ejemplo, a día de hoy, la conectividad y la movilidad nos ofrece innumerables herramientas de captura y permite acceder de forma ubicua a nuestro sistema de organización personal.

La tecnología nos está ayudando y son muchos los avances que hemos visto en los últimos años con un impacto muy positivo en la productividad personal de los profesionales del conocimiento. A pesar de ello, ¿crees que la tecnología es la clave para mejorar tu efectividad? Yo no lo creo.

La conectividad y la movilidad nos ofrece innumerables herramientas de captura y permite acceder de forma ubicua a nuestro sistema de organización personal

Desde mi punto de vista, el factor clave para conseguir un incremento de la efectividad personal de los profesionales del conocimiento sigue siendo el desarrollo de hábitos. El secreto está en interiorizar los comportamientos adecuados para poder pensar con claridad, enfocarse en las cosas más significativas y disponer de la información necesaria para elegir mejor qué hacer en cada momento.

Te voy a ser sincera. Confieso mi escepticismo cuando me encuentro con esos artículos sobre «Las 1001 apps que mejoran tu productividad personal». En mi caso, para que la tecnología tenga un impacto positivo en mi productividad personal, tiene que «ponerme fácil» aplicar los Cinco Pasos para Administrar el Flujo de Trabajo que nos propone Getting Things Done:

  1. Capturar: Recopilar todas las cosas que llamen la atención en lugares de confianza que se vacían con regularidad.
  2. Aclarar: Procesar cada una de las cosas capturadas, decidiendo qué hacer con ellas.
  3. Organizar: La información y los recordatorios en los lugares adecuados.
  4. Reflexionar: Revisar, sistemáticamente y desde diversas perspectivas, todo o parte de nuestro sistema.
  5. Ejecutar: Elegir con confianza qué hacer y qué no hacer en cada momento.

Lo que realmente me permite gestionar de manera eficiente mi trabajo, mejorar mi rendimiento y reducir el estrés, no es la tecnología, sino estos cinco pasos.

Me encanta la tecnología, por lo que me gusta estar al tanto de las novedades y descubrir nuevas herramientas que me ayuden a mejorar mi efectividad personal, pero sin perder de vista que la tecnología es un medio al servicio de lo que yo necesito y no al revés.

Imagen Realidad virtual cortesía de Shutterstock

Paz Garde
Paz Garde es consultora artesana en efectividad centrada en las personas. Forma parte de la comunidad de práctica sobre innovación en productividad personal y organizativa OPTIMA LAB y es autora del blog Redes Productivas donde escribe sobre productividad, toma de decisiones y GTD®.
http://www.redesproductivas.com/
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