3 Errores al aplicar la regla de los dos minutos
La regla de dos minutos es un concepto inventado por el consultor Dean Acheson, hecho popular por la incorporación en el método Getting Things Done por David Allen.
Es quizás el consejo de productividad personal más popular, por su sencillez y el resultado inmediata.
No obstante, como indica Jerónimo Sánchez en este post, no siempre se aplica correctamente, lo que puede resultar en una pérdida de tiempo:
Si bien es cierto que esta regla puede resultar extremadamente útil y mejorar sustancialmente tu productividad, también lo es que es una regla muy mal entendida por muchos usuarios de GTD, y aplicada incorrectamente puede terminar convirtiéndose en un verdadero agujero negro para tu eficiencia. De hecho, ver la manera en que muchas personas aplican la regla de los dos minutos es un claro ejemplo de que, una cosa es creer que se entiende una metodología, y otra muy distinta entenderla de verdad y saber ponerla en práctica correctamente. Es por eso que muchos veteranos de GTD no recomendamos el uso de esta regla cuando apenas se está empezando a implementar la metodología.
Yo sí recomiendo usar la regla de dos minutos, siempre explicando cuando y cómo se debe aplicar. Especialmente con las canales de comunicación de alta frecuencia, la regla de dos minutos te permite ser ágil y ahorra mucho tiempo.