Tecnología sin una base productiva
Debemos comprender que las herramientas deben tener una finalidad, sin ello disponer de una gran equipación para hacer frente al día a día solo significa exceso y un mal uso de recursos. Hay que distinguir qué nos aporta algo útil y qué no, pero para hacerlo uno debe conocerse a sí mismo y a su forma de trabajar.
Yo siempre uso el mismo ejemplo: apuntar una cosa en un bloc de notas de papel —que siempre llevo conmigo— es mucho más rápido que usar mi iPhone para apuntar una idea. Al menos, mientras no tenemos Siri por aquí en España.