Delegar no es terminar el trabajo
Delegar bien es un arte. Hay que saber qué puedes y debes delegar, cómo delegar, cuando hay que delegar y además hacer el seguimiento de todo lo que has delegado:> Tenemos que recordar que delegar una tarea no significa el fin de nuestra labor, ni tampoco que podamos olvidarnos de ella. Delegar siempre implica cambiar una acción por otra: en lugar de ejecutar debemos dar seguimiento. Y es que, aunque deleguemos una tarea, nosotros continuamos siendo los responsables de que se lleve a buen término.