Productividad personal obligatoria
Enseñar a trabajar es una asignatura pendiente, contratamos por experiencia y por conocimientos y adquirimos unos hábitos inesperados propios de la deformación profesional y la inexperiencia, nos contentamos con esperar lo mejor de nuestros empleados, sabiendo el abanico de pautas que nos encontramos en el libre albedrío de cada uno de ellos. ¿Por que no buscar los hábitos? ¿Por qué no enseñar esos hábitos?