La carpeta amarilla

La semana pasada estaba en el CeBIT en Alemania. Si habéis visitado una vez una feria, sabéis que puedes acumular mucho material: dípticos, tarjetas de visita, notas de conversaciones, tickets de compra, billetes de tren,… Todos cosas con que quieres hacer algo.

Después una semana he recopilado un montón de cosas. Creo que es lo interesante de una feria; es un sitio donde se acumula ideas, un mercado, un sitio donde la gente y las organizaciones se encuentran.

Pues, un montón de cosas interesantes. Si no es interesante no lo cojo; no soy de esta gente que llevan cada díptico y bolígrafo de cada expositor. Solo llevo cosas realmente interesantes, porque ya acumulo suficiente material así.

Pero todas las cosas que he coleccionado debo procesar más tarde. Normalmente pongo papeles para procesar en mi bandeja de entrada, pero mi bandeja está encima de mi mesa en Lleida.

La carpeta amarilla

En este artículo hablo de mi carpeta amarilla, que siempre llevo conmigo a mis viajes.

Es una carpeta muy simple, ¡pero a veces son las cosas simples que hacen la diferencia! Todo el material de he cogido he archivado directamente en mi carpeta amarilla. Y cuando volví en la oficina he vaciado la carpeta en mi bandeja de entrada, para estar segura que cada cosa que he llevado desde Alemania obtenga mi atención.

No solo funcione para los dípticos, pero también para otra material como billetes de tren, tickets de la gasolinera, contratos de alquiler, notas, etc.

Tarjetas de visita

Doy especial atención a las tarjetas de visita. Si me compromete a llamar o enviar un correo a alguien, lo apunto directamente en la tarjeta. Una nota pequeño y la Próxima Acción. Después de procesarlas guardo todas las tarjetas juntas en una carpeta en mi archivador.

Jeroen Sangers

Anfitrión del Canasto. Mentor artesano especializado en la Efectividad 2.0 para personas y equipos de trabajo.

https://jeroensangers.com
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