Cómo acelerar cuando no sabes cuál es el siguiente paso

Hay momentos en los que nos sentimos con la claridad y la seguridad suficiente para avanzar hacia delante a un paso rápido, e inevitablemente, momentos en los que te sientes congelado, el tiempo pasa, todo pasa pero te quedas sin saber que hacer o hacia donde ir.

Y aunque sea perfectamente normal y a todos nos suceda, no es un lugar en el que queramos quedarnos mucho tiempo. Sentirnos abrumados al punto de la impotencia no es un sentimiento agradable, mucho menos cuando lo primero que hacemos es tratar de escapar sin primero hacer algo al respecto.

No solo porque le suceda a todos, significa que este bien quedarnos ahí

Hemos acostumbrado a nuestra mente a divagar y pensar en cuales son los obstáculos qué vamos a encontrar en el camino, queremos planearlo todo y ser conscientes de lo que va a suceder al punto en que simplemente son demasiadas cosas que controlar y perdemos de vista nuestra prioridad.

Personalmente es algo que me sucede a menudo cuando empiezo un proyecto que requiere de una gran concentración y por sobre todo de mucha confianza, razón por la que es vital tener un plan de acción para retomar el timón de tu barco.

5 formas de salir de la inercia y empezar a ver resultados

1. Déshazte de las fricciones

Una de las razones por las cuales no puedes moverte de donde estás y no sabes hacia donde ir, es que te has dedicado a dejar todo lo que tienes que hacer en tu mente y no lo has descargado al papel.

Mientras no saques tus ideas y tareas de tu mente no podrás tener claridad, por lo que tu primer objetivo es generar conciencia, saber donde estas y que es lo que tienes que hacer:

  • Haz una lista de todas las tareas que tienes pendientes y ordénalas siguiendo el principio de los pocos vitales en el que la minoría de tus tareas suele ser la causa de casi todas tus preocupaciones.
  • Identifica cuales de tus preocupaciones actuales dependen de ti y cuales están fuera de tu control. Solemos preocuparnos por cosas que están fuera de nuestras manos. No podemos controlar ni el clima ni la economía así que elige despreocuparte por todo aquello que no este bajo tu control y empieza a enfocar tu energía en las cosas que si puedes hacer.

Este sencillo ejercicio te quitará un gran peso y te dará más espacio para ver las cosas desde una perspectiva que funcione para ti.

2. Entra en contacto con tus deseos y renueva tu visión

Ya tienes claro cuales son las cosas que tienes pendientes, ahora requerirás entrar en contacto contigo mismo, tus objetivos y ambiciones para direccionar tus actividades ¡hacia donde más tengan potencial de generar valor!

Hay momentos en los que por mas que hagas, vas a sentir que no estas avanzando y efectivamente, lo más probable, es que no lo estés haciendo.

Tachar tareas de tu lista no significa que estés produciendo. Ser productivo se trata de avanzar hacia lo que realmente quieres y tienes que asegurarte que estés avanzando en la dirección correcta.

Una de las mejores formas de hacer esto es deteniéndolo todo y ganar altitud. Cuando estamos enfocados en hacer nuestro enfoque se reduce y es como ir manejando un automóvil, solo podemos ver hasta donde la próxima curva nos permite.

Ganar altitud se trata de salirte de ti mismo y ver las cosas desde arriba para recalibrar tu brújula y dejar claro una vez más tu norte.

Estas preguntas te ayudaran a conectarte con tus objetivos:

  • ¿Cómo quiero sentirme cuando cumpla mis objetivos?
  • ¿Son mis objetivos retadores y emocionantes?
  • ¿Cuál es el valor que voy a recibir de ellos, ya sea en términos monetarios, de crecimiento personal, maestría o salud?

3. Vive un día a la vez

Cuando miramos hacia delante tratando de planearlo todo, es normal sentir que tenemos demasiado que hacer, nos sentimos abrumados y empezamos a pensar que es demasiado para nosotros.

Esto sucede porque vemos nuestro futuro como un todo y lo traemos al presente como si tuviéramos que encargarnos de todo en un solo día, sentimos una nube de responsabilidades sobre nosotros y perdemos contacto con el momento presente.

Solo la acción puede darte la claridad que buscas y tienes que prepararte para ella. Así que cuando te sientas desubicado hazte esta simple pero poderosa pregunta:

  • ¿Qué es lo mejor que puedo hacer el día de hoy para acercarme más a mis objetivos? La idea con esta pregunta es identificar la acción de mayor valor el día de hoy.

Enfócate en un único objetivo que cumplir cada día. Muchas cosas pueden surgir en tu día a día, pero asegúrate de tener claridad sobre lo que debes hacer para avanzar y hazlo.

4. Suelta el control

Como buen controlador que quiere hacer todo por su cuenta y cree que todo lo tiene que hacer solo para que salga bien, puedo decirte que es un error en el que puedes caer fácilmente pero que solo con conocerte bien a ti mismo y a tus prioridades puedes aprender a manejar.

El primer hecho que debes tener en cuenta es que, si tratas de controlarlo todo terminarás teniendo el control de nada, que es lo que sucede cuando sientes que tu vida es un barco a la deriva.

El segundo hecho es que, hay cosas en las que eres muy bueno y hay cosas en las que hay personas que lo hacen mucho mejor. Así que este es mi consejo:

  • En absoluta honestidad contigo mismo identifica cuales son las actividades que requieren de habilidades en las que todavía no eres muy bueno y pregúntate ¿Es una habilidad que quiero realmente y me agregaría mucho valor tenerla o es una habilidad que puedo delegarle a alguien mas con más talento?

A veces es divertido ganar un set de habilidades nuevas y sentir que puedes avanzar más rápido y con menos costos, pero otras veces es mejor pagar el precio pues te permite crear el valor que deberías estar creando sin muchas fricciones.

5. Toma Acción Masiva

Ya sabes que es lo que tienes que hacer, ahora sal y hazlo con urgencia. Tenemos la mala costumbre de subestimar nuestra capacidad para obtener resultados y la verdad es que podemos lograr demasiado en un solo día.

Estoy seguro de que has tenido días en los que sentiste que avanzaste como nunca antes y eso se sintió bien. Probablemente tomaste acción masiva y enfocada hacia lo que querías y no solamente se sintió bien ¡sino que querías más! La acción genera impulso hacia más acción.

Así que te preguntaras… ¿Cuáles son esas acciones que me van a hacer sentir que avanzo rápidamente y que me van a dejar con ganas de más?

Aquí te dejo unos tips:

  • Una forma que funciona muy bien es identificar las acciones que tienes miedo de tomar, ya sea por desconfianza o porque simplemente sientes una barrera grande en frente tuyo que te impide avanzar. Para mi, estas son las mejores y las que crean más impulso, ¡moverte hacia delante con las cosas que te dan miedo es la mejor forma de liberar energía para crear mucho más!
  • Y finalmente las acciones pequeñas también cuentan pero en mayor cantidad. El obtener pequeñas victorias en tu día a día es una buena forma de generar impulso y claridad.

¿Qué haces tu para encontrar tu camino de vuelta a la acción?

Imagen Reflexionar cortesía de Shutterstock

Anterior
Anterior

Confeccionando el futuro desde un entorno VUCA

Siguiente
Siguiente

La experiencia productiva se alcanza pensando poco